miércoles, 6 de abril de 2011

Niño de oro

En los más oscuros confines de el alma, se esconde un ser esperando sus alas.
Niño de lagrimas y preguntas vacías.
Niño de nada y nada de nadie, y mientras nada se reduce a todo, niño de todo y nadie.
Cada esperanza es una pluma, y cuando sus alas estén completas, el niño saldrá resplandeciente al sol.
El pequeño ser alza la victoria, el la porta. Sus palabras de oro bañan al mundo y se da fin al que crelló tapar el destino.
Cada alma recibe una pluma, simbolo de esperanza y de fuerza. Guardandola en su corazón las personas por fin supieron quienes eran, y que les había unido.